Radiofrecuencia

La radiofrecuencia es una técnica utilizada para combatir la flacidez y la celulitis, que consiste en la aplicación a través de un cabezal de tratamiento que emite radiaciones electromagnéticas que provocan el calentamiento de las diferentes capas de la piel, y será manipulado y movilizado continuamente por la profesional sobre la zona que se quiere tratar. La tecnología que emplea este método es capaz de llegar a capas más profundas de la dermis mientras se protege la epidermis durante el tratamiento. Se mide con un termómetro digital la temperatura de la zona tratada para garantizar llegar a la temperatura óptima.

La radiofrecuencia produce la retracción del colágeno y de las fibras envejecidas de la piel para dar lugar a la formación de nuevas fibras, provocando que el tejido adquiera firmeza y elasticidad, a la vez que favorece la homeostasis.

La cantidad de sesiones dependerá del grado de flacidez y celulitis que se quiera tratar, normalmente se necesitan entre 4 y 6 en tratamientos faciales y entre 6 y 10 en tratamientos corporales. El tiempo de la sesión en áreas como los brazos y piernas suelen durar 20 minutos, 10 minutos por brazo y pierna; y 20 minutos en otras zonas como abdomen y espalda.

VENTAJAS

  • Produce la reestructuración del colágeno y refuerza la firmeza y flexibilidad de la piel.
  • Las ondas electromagnéticas aumentan la circulación en la zona objeto del tratamiento, favoreciendo la circulación sanguínea.
  • Si se complementa con  drenaje linfático manual, se logran disminuir los líquidos y las toxinas que residen en el tejido que sufren la celulitis.
  • Migración de fibroblastos: Los fibroblastos son las células de la dermis responsables de la secreción de fibras de elastina y de colágeno, por lo que su migración refuerza la estructura de este último.

Contraindicaciones​

El tratamiento no suele causar dolor, por lo que se practica sin anestesia, aunque existen una serie de efectos secundarios que es conveniente conocer:
• Hinchazón y enrojecimiento transitorios, que surgen tras la sesión y que desaparecen con el tiempo.


• Aparición de hematomas, aunque no ocurre con frecuencia.
Además, el tratamiento está contraindicado en algunos casos como embarazo y lactancia; en personas con prótesis metálicas, marcapasos y otros aparatos; patologías cardiovasculares graves; enfermedades neuromusculares; cáncer; personas que sufran alteración de la coagulación y personas con sobrepeso.

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